martes, 12 de agosto de 2014

Colon irritable

Se desconoce la causa de esta afección, aunque los síntomas del colon irritable pueden deberse a factores como las comidas copiosas, ciertos alimentos (lácteos, cereales, cítricos, café…) o medicamentos, o situaciones de estrés.

Qué es el colon irritable

Se denomina colon irritable o síndrome del intestino irritable (SII) al trastorno gastrointestinal caracterizado por presentar un conjunto de molestias abdominales y alteraciones del hábito deposicional, que se originan aparentemente en la última porción del tubo digestivo, y para los que no se puede demostrar una causa orgánica. Generalmente se le llama colon irritable, colon espástico, colitis mucosa y colitis espástica.



El colon irritable constituye casi el 30% de los diagnósticos en consultas ambulatorias de gastroenterología en las sociedades occidentales. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres, y puede diagnosticarse en grupos de todas las edades, especialmente en adultos.

Causas del colon irritable
No se conoce una causa exclusiva para el diagnóstico del colon irritable. Se ha observado que las contracciones que presentan el colon y el intestino delgado en individuos con el síndrome de intestino irritable, son cuantitativamente diferentes (muy rápidas o lentas) de las que presentan los individuos sanos. Los pacientes en los que predomina la diarrea como síntoma presentan un tránsito acelerado en el intestino delgado o el colon; en otros pacientes en los que predomina, en cambio, el estreñimiento, se observa un tránsito lento. En la mayoría de los pacientes se produce un incremento de las contracciones en respuesta a estímulos medioambientales, como el estrés psicológico o determinadas comidas.

La sensación de distensión abdominal se debe a un tránsito anormal del aire a lo largo del tubo digestivo o a la alteración de los procesos de fermentación bacteriana intestinal que conducen a una mayor producción de gas.

La causa del colon irritable es desconocida. En algunos pacientes se produce tras un episodio de diarrea infecciosa (gastroenteritis). Los síntomas pueden ser provocados por diferentes factores como las comidas copiosas, el consumo de ciertos tipos de comida o bebida (productos lácteos, cereales, cítricos, café, etcétera), edulcorantes como el sorbitol o la fructosa, algunos medicamentos, así como ciertas experiencias que resultan estresantes para el individuo.

Síntomas del colon irritable
 Entre los principales síntomas del colon irritable se encuentran las molestias abdominales y la alteración del ritmo intestinal en forma de diarrea o estreñimiento. Se puede presentar dolor en el lado izquierdo del abdomen, que se alivia con la deposición o la expulsión de gases. También es común el ardor de estómago, dolor torácico, digestiones lentas y dolor anal.

Otros síntomas de colon irritable, aunque menos comunes, son la sensación de evacuación incompleta, el tenesmo rectal (sensación de tener la necesidad de defecar constantemente) y la incontinencia fecal (escapes de heces), así como la expulsión de heces con moco.

Los criterios de diagnóstico para el síndrome del colon irritable deben incluir, como mínimo, tres meses de los siguientes síntomas continuos o recurrentes: dolor o malestar abdominal que se alivia con la defecación, cambio en la frecuencia de la deposición o en la consistencia de las heces.

Es frecuente que los pacientes con síndrome de colon irritable presenten alteraciones psicológicas como ansiedad y depresión.

Diagnóstico del colon irritable
El diagnóstico del colon irritable se realiza por exclusión, ya que no se dispone de exámenes específicos para confirmar la presencia del síndrome de intestino irritable.

El diagnóstico inicial se realiza mediante anamnesis, es decir, teniendo en cuenta los síntomas descritos por el paciente y la historia clínica. Se plantean preguntas al paciente acerca del consumo de lácteos y productos que contienen sorbitol (goma de mascar sin azúcar, peras, ciruelas, zumo de manzana, etcétera). Es importante evaluar también los aspectos psicosociales de la vida del paciente, e indagar específicamente sobre la existencia de abusos físicos o sexuales, y sobre pérdidas afectivas y sociales.

Se realiza una exploración física que incluye examen pélvico y tacto rectal. Además, se lleva a cabo una evaluación inicial por medio de los siguientes análisis: hemograma completo, análisis de orina, examen de heces en busca de huevos y parásitos, sangre y leucocitos fecales, prueba de función tiroidea, ensayo de una dieta sin leche, o procedimiento en busca de intolerancia a la lactosa.

Si la evaluación inicial es negativa y los síntomas persisten, se aconseja utilizar estudios adicionales para excluir mala absorción, enfermedades inflamatorias, infecciones y cáncer de colon. Estos estudios son: enema con bario, cribado en busca de mala absorción, colonoscopia y prueba de tolerancia a la lactosa.

Las características que respaldan el diagnóstico del síndrome de intestino irritable son: inicio antes de los 40 años de edad, persistencia de los síntomas por 3 meses como mínimo, patrón regular de síntomas, dolor abdominal que aumenta después de comer y se tiende a aliviar después de defecar, y presencia de moco en las heces.

El síndrome de intestino irritable se presenta con mayor frecuencia en pacientes con trastornos de la personalidad, ansiedad, depresión o somatización.

Tratamiento del colon irritable
El tratamiento de los pacientes con colon irritable no solo depende de un tratamiento médico efectivo, tal como la manipulación dietética y el uso de medicamentos dirigidos a mejorar la función intestinal, sino también, en caso necesario, del uso de antidepresivos con la capacidad de actuar sobre los neurotransmisores implicados en las funciones del intestino.

Debe evitarse en lo posible el tratamiento farmacológico, sin embargo, se pueden administrar anticolinérgicos. Se recomienda tratar el estreñimiento con fibra alimentaria y coloides hidrófilos. Se deben excluir de la dieta alimentos que contengan fructosa y sorbitol (especialmente bebidas azucaradas tipo refresco), ya que estos hidratos de carbono con frecuencia no se absorben bien y fermentan en el colon generando gases.

La diarrea puede tratarse con antidiarreicos tipo loperamida y, en caso de dolor abdominal, se recomiendan los espasmolíticos.

Es aconsejable modificar la dieta, evitar comidas copiosas, y consumir alimentos bajos en grasas y ricos en proteínas, así como evitar alimentos flatulentos. Para combatir el estreñimiento, se sugiere el consumo de fibra alimentaria (frutas, verduras, salvado de trigo, etcétera) y agua.

Cada vez más, las intervenciones conductuales como la hipnoterapia y la psicoterapia desempeñan un papel muy importante en el tratamiento de esta enfermedad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario